Control de esfínteres

Todos los padres y madres de familia pasan por la etapa en la que hay muchas preguntas y emociones respecto al proceso de control de esfínteres de los hijos: ¿cómo saber si mi hijo ya está preparado? ¿Debo obligarlo o presionarlo? ¿Qué debo hacer y qué no? Son algunas de esas inquietudes. En este artículo te daremos información relevante construida con el conocimiento y amplia experiencia del equipo de nuestro Jardín Infantil Pelusa.

El control de esfínteres es el proceso referido a la capacidad del niño para regular la función de los músculos que controlan la eliminación de residuos como orina y heces. Implica la maduración del sistema nervioso autónomo y la coordinación entre el cerebro y los músculos del tracto urinario y gastrointestinal, así como la capacidad de entender y seguir instrucciones. Es un proceso gradual, así que el niño o la niña dejará el pañal cuando su organismo sea lo suficientemente maduro para controlar su cuerpo; es perjudicial tanto pretender que el niño consiga controlarse antes de que su madurez lo permita, como también retrasar el entrenamiento.

Si bien la mayoría de los niños alcanzan este logro entre los 2 y los 5 años de edad, cada niño se desarrolla a su propio ritmo. La edad en la que logrará el control de esfínteres dependerá de su ritmo particular de crecimiento y desarrollo, así como también de su conciencia corporal, de la coordinación, integración sensorial e incluso, de sus emociones y voluntad (motivación y disposición para aprender). Es decir, La edad de su niño por sí sola no determina si está preparado para controlar los esfínteres.

Nuestro enfoque “orientado al niño”, nos permite reconocer que este tiene mayor efecto cuando el niño naturalmente está preparado. El mejor momento para comenzar con el control de esfínteres es cuando el niño esté mental, emocional y físicamente listo, por lo que siempre afirmamos que el niño «deja el pañal» y no que «se le quita el pañal”.  Algunos niños enfrentan desafíos físicos, de desarrollo o de conducta adicionales. Esto puede hacer que les lleve más tiempo adquirirlo. Incluso los niños que han aprendido a usar el baño suelen tener un “accidente” ocasional.

Los padres, al igual que otros cuidadores (maestras y familiares), pueden ayudar a que el niño vaya entrenando el control de los esfínteres. Durante varios meses, usted deberá tener paciencia y brindar atención y aliento diarios a su niño.

Es posible que su niño esté preparado para comenzar con el control de esfínteres cuando:

  • Siga indicaciones de uno o dos pasos
  • Manifiesta de alguna manera que le estorba el pañal o que se siente incómodo con la suciedad/humedad del mismo
  • Puede subirse y bajarse los pantalones
  • Siente cuando tiene ganas de orinar o hacer popó y lo expresa.
  • Manifiesta interés en ir al baño
  • Imita a otros que usan el baño
  • Posee un lenguaje claro para anunciar esto, utilizando palabras o gestos para decirlo mostrar que necesita usar la bacinilla o el baño.
  • El pañal permanece sin mojarse durante varias horas y/o comienza a tener un patrón regular de eliminación
  • Se desplaza con tranquilidad al baño o bacinilla
  • Se sienta en la bacinilla o baño.
  • Quiere usar el baño o la bacinilla y se inicia en el uso de ropa interior

 

RECOMENDACIONES PARA ACOMPAÑAR

  • Estar preparados para hacerlo: Necesitamos tener tiempo para dedicar al control de esfínteres del niño. Tener presente que esto no coincida con un momento con cambios importantes, por ejemplo, que no sea al mudarse a una casa nueva o ante el nacimiento de un nuevo hermano. También puede resultar más sencillo durante los meses más calurosos, dado que su niño usará menos ropa.
  • En este procesoes fundamental incluir al niño en esta nueva etapa que queremos vivir, por esa razón no podemos definir por él que ya es tiempo, pero lo podemos alentar, estimular, animar a que nos diga si necesita ir al baño. Enséñele las palabras adecuadas que debe usar para expresar su necesidad.
  • Si el tiempo es ahora, debemos contemplar las adecuaciones como: adaptadores para el baño, bacinillas y un buen apoyo para los pies, de manera que velemos porque el niño se sienta tranquilo, seguro y cómodo.
  • El niño debe sentirse como parte importante del procesoy por lo tanto debe participar. Debe sentirse apoyado y querido, aunque se orine en los pantalones. El control de esfínteres también puede estimularse a través de juegos, y será alcanzado si el niño se siente seguro y comprendido, en un proceso agradable. Aliente a su niño a que le avise cuando necesita ir al baño. Felicítelo por avisarle, incluso si ocurre un accidente camino a la bacinilla. No lo castigue ni amenace con castigarlo. El aliento y el apoyo motivarán a su niño a seguir intentando y a dar el siguiente paso. Festeje los avances de su niño, por ejemplo, al pasar de los pañales a los pañales de aprendizaje. Llévalo a que se cambie de ropa y de ser posible, deja que lo haga él mismo. No dejes que permanezca mucho tiempo sucio o mojado para que no se acostumbre a ello.
  • Recordemos que este proceso también es alentado por el ejemplo, es decir, permita que su hijo lo observe cuando va al baño. Siga los pasos usted mismo. Hágale saber que usted necesita ir al baño y permítale que lo acompañe. Él reconocerá aspectos importantes al observarlo.
  • Si su niño se resiste a seguir sus instrucciones o a utilizar la bacinilla, es muy probable que no esté preparado para controlar los esfínteres. No lo fuerce a utilizar la bacinilla ni el baño, esto puede provocar angustias y retrasos o bloqueos en el control de esfínteres.Desista por un tiempo e inténtelo nuevamente cuando su niño esté preparado.

 

  • Una vez iniciado el entrenamiento no lo detengas. Pregúntale frecuentemente si desea hacer pipí o popó, sobre todo en momentos clave como al despertar, después de cada comida, antes de dormir y después de tomar agua.
  • Cuando el niño avisa que tiene ganas de ir al baño, llévalo y acompáñalo. Ayúdale a quitarse la ropa sólo si es necesario. Cuando estén en el baño pídele que se siente en el sanitario. Nunca lo dejes sentado por más de 3 minutos en el baño, ni solo. Mientras esté sentado, hablen, narren historias, cuenten anécdotas que le trasmitan tranquilidad y no solo enfocados en ese tema. Dile cosas positivas como: “qué bien que ya estás aprendiendo” o “verás cómo es muy fácil”.
  • Celebra sus logros. Si consigue orinar o defecar en el baño felicítalo inmediatamente y dile que te da mucho gusto que lo haya logrado, demuéstrale tu alegría y satisfacción por el avance. No es necesario ofrecerle mayores recompensas.
  • Ofrécele papel y ayúdale a limpiarse. Recuerda que ésta es una habilidad que se desarrolla con la práctica. Es conveniente que aprenda a hacerlo solo para que pueda hacerse cargo de sí mismo cuando vaya a la escuela.
  • Enséñale a lavarse las manos inmediatamente después de ir al baño. Este es el mejor momento para que adquiera hábitos de higiene.
  • Evita los regaños. Si te das cuenta que orina fuera del baño dile: “aquí no” y llévalo al baño rápidamente. Recuérdale lo que debe hacer y anímalo para que lo siga haciendo de manera correcta, no lo regañes por esto. Evita amenazarlo, castigarlo o pegarle, ya que lejos de ayudarle, puede afectar su aprendizaje.
  • Evita los dobles mensajes. Cuida que solo una persona sea la encargada de acompañarlo o coordínense entre quienes lo hagan para no confundirlo.

Recordemos que primero lograrán el control de esfínteres diurno que el nocturno. Cuando notemos que amanece seco por varios días, podemos entender que es el momento de quitarle el pañal durante la noche; aunque debemos estar listos para levantarnos por las noches y acompañarlo al baño. Explícale que, aunque sea hora de dormir, se debe parar si siente ganas de ir al baño. Si su niño está estreñido, es posible que se resista a controlar los esfínteres.

¿Cuándo consultar donde el pediatra?

 Cambios en el número de veces que el niño va al baño “muchas o pocas”

  • Mayor de 5 años que aún moje la cama “orine dormido”
  • Accidentes miccionales “se orina despierto” mayor a 5 años
  • Encopresis “popó en la ropa interior”
  • Dolor – ardor para orinar
  • Cualquiera de las anteriores asocias a cambios del ánimo.
  • Si su niño presenta dificultades persistentes a lo largo de varios años o se niega a controlar los esfínteres (más de 4 años).
  • Si su niño tiene necesidades especiales o diagnósticos de alteraciones en su neurodesarrollo, tal vez usted necesite mayor orientación de parte del médico antes de decidir si su niño está preparado para controlar.

¿Qué se evita con un proceso adecuado de esfínteres?

  • Infecciones urinarias
  • Trastornos miccionales
  • Enuresis
  • Incontinencia
  • Trastornos emocionales

Definitivamente hay que evitar:

  • Demostrar preocupación
  • Castigar, avergonzar
  • Sobornar
  • Obligar
  • Dejarlo sentado mucho tiempo, presionando para que lo logre

¿Cómo hacerlo?

  • Ropa cómoda- Fácil de bajar
  • Evitar distracciones
  • Bacinilla y adaptaciones para el baño
  • Invitarlo al baño cada 2 o 3 horas
  • Emular “muñecos “
  • Celebrar logros, aunque a veces parezcan pequeños
  • Paciencia ante los “errores”