El arte de ser abuelo

EL arte de ser abuelo….

Hoy escribo para recordar la importancia y lo que significa para mí el arte de ser abuelos. Desde muy pequeña mi abuela fue mi mejor amiga. Recuerdo como juntas peinábamos las muñecas, hacíamos cocinitas y me narraba un sin fin de historias, esas que me hicieron un día imaginar y crear un mundo que no conocía; recuerdo sus palabras, las historias de su pueblo y de su infancia, y todos los recuerdos que con amor nos compartía.

Hoy abrazo esos recuerdos porque tengo la firme convicción de que muchos de ellos me han permitido entender y comprender muchas situaciones que nos trae la vida. Cada consejo lo he puesto en práctica, y entiendo su sonrisa cuando me decía ¨no preguntes tanto, después entenderás lo que estoy diciendo´´.  El tiempo pasa tan rápido que aún me gustaría sentarme a jugar con ella. Pero hoy disfruto ver como mi hijo lo hace, no solo con ella, sino también con mis padres que ahora también pueden disfrutar de esta maravillosa experiencia de ser abuelos.

Como padres muchas veces nos preguntamos por qué son los más consentidores, compinches y cómplices de nuestros niños, pero para ellos es la oportunidad de ver la transformación generacional de su familia, es el momento de compartir y disfrutar sin afanes, con la dedicación y el tiempo suficiente para jugar, compartir, educar y amar. Para muchos de ellos, los nietos devuelven sentido a la vida.

Es en el encuentro de diferentes generaciones donde se tejen las mejores historias, se hacen más fuertes los vínculos como familia, se construyen escuelas de valores y aprendizajes para siempre. Los abuelos nos ayudan a ligar el pasado con el presente, a volar la fantasía, la creatividad e imaginación, así como a vivir y conservar las tradiciones culturales que nos permiten afirmar nuestra identidad, logrando con ello conocer nuestras raíces sociales.

Esto hace que se nos despliegue un mundo de nuevas posibilidades donde se integran la innovación y la experiencia. La historia con los abuelos tiene esa capacidad de invitarnos a renovar, proponer y cambiar, convirtiéndose en los mejores críticos y maestros.  Asuntos cotidianos como ver sus sonrisas, disfrutar los dulces y comida juntos, guardar los mejores secretos, leer una y otra vez las instrucciones para armar el juguete, hacen que la vida de nuestros niños sea aún más feliz. por eso hoy queremos agradecerles por lo que son y lo que significa ser abuelo.

Los invitamos a tres cosas puntuales:

1) inculcar a los niños el respeto, amor y gratitud por las personas mayores;

2) permitir nuevos espacios de participación e integración entre niños y adultos mayores en diferentes contextos;

3) vincular a los abuelos al proceso de crianza, con acuerdos claros y expectativas razonables. Los invitamos, especialmente a disfrutar de su compañía, presencia y sabiduría.

Autor: Daniela García